miércoles, 30 de abril de 2008

III Congreso Internacional de Periodismo en la Red

La facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid acogió, los días 23 y 24 de abril, el III Congreso Internacional de Periodismo en la Red. Son muchas las incertidumbres y los retos que aún plantea en tratamiento de la información en Internet.

Ya en la conferencia
de apertura Jean François Fogel, asesor ejecutivo de Le Monde, trató de dilucidar en qué punto del desarrollo de la información en la red nos encontramos. Según Fogel, la web 2.0 -como antes ya habrían hecho Netscape y Google- auspicia una de las grandes rupturas de la información en Internet. Los cambios fundamentales se desarrollan en tres áreas. Internet ha dejado de estar ligado a la telefonía fija. El desarrollo de las redes wi-fi y WiMax ha permitido tanto el acceso a Internet desde casi cualquier punto del planeta como la aparición de aparatos y gadgets de nueva generación. PDA's o móviles de nueva generación (iPhone) se han convertido en auténticos fenómenos de masas.



Intervención de J. F. Fogel en el Congreso (Parte 1 / 5). Vea aquí el resto de las partes

Los cambios derivados de la web en las relaciones sociales también fueron abordados. Fogel habló sobre los blogs, fotologs y las redes sociales en general. Los usuarios han aceptado con total naturalidad exponer (y almacenar) sus pensamientos, sentimientos y documentos gráficos y audiovisuales varios en Internet. J. F. Fogel ofreció una visión optimista de un fenómeno que también puede ser visto como una extraña mezcla de exhibicionismo y voyeurismo. Habló de la construcción de una sociedad más abierta y menos limitada.
La otra gran quiebra del orden establecido vendría de la mano de la interactuación con los usuarios. Fogel puso el acento en el creciente número de portales que tratan de conocer la reacción de sus lectores ante la información. Los límites de esta gradación iban desde la posibilidad de mostrar el interés (o no) por una noticia, por abajo, hasta la publicación de noticias propias, la posibilidad del periodismo ciudadano, como máximo.
A pesar de las enormes dimensiones de esta revolución global, y del carácter entusiasta de su visión sobre el progreso de la sociedad de la información, Fogel no piensa que los periódicos en papel vayan a desaparecer a corto ni a medio plazo.